Si bien el habla es el medio primitivo de transmisión de ideas, llego un momento en que fue necesario tener un registro superior a la memoria. El primero, de alcance masivo, fue la imprenta. Antes de la imprenta, los chinos crearon una serie de inventos parecidos a la imprenta, aunque estos no llegaron al éxito debido a la complejidad de las lenguas orientales. Por lo tanto, a Gutenberg se le reconoce como el inventor de la imprenta a mediados del siglo XV.
En un principio, Gutenberg simplemente imprimía indulgencias para la Iglesia, que esta vendía a los fieles para ganarse un lugar en el cielo. Mas tarde comenzaría a imprimir numerosos ejemplares de la Biblia Latina. A pesar del éxito de la imprenta, Gutenberg quedo en la ruina financiera. De tal manera, uno de sus socios se quedo con mucho mas crédito que Gutenberg. Aunque Gutenberg levanto otro negocio, nunca alcanzo el éxito de su primera imprenta.
En nuestra memoria queda hoy el enorme legado de la imprenta de Gutenberg, un invento que no solo permitió la divulgación del conocimiento a través de un sinnúmero de libros que bajaron drásticamente de precios y se volvieron accesibles a una gran parte de la población, sino que también ocasiono la consolidación de ciertas lenguas y el surgimiento de nuevos idiomas. Así, conforme pasaron los años, la lectura fue ampliando su campo de influencia, de tal manera que al día de hoy la lectura se ha vuelto tanto un pasatiempo como una necesidad del hombre.